domingo, 15 de febrero de 2009

Titopu y Conmari

Entrega número siete

De cómo (no) se pasa una noche

"Para quien pedía algo. Entonces nada"

Caía, caía, caía, y simplemente iba en picada para el suelo. La ley de la gravitación opera muy bien en la materia; en esta en particular materia. Si hacemos un plano en picada, desde arriba y sigues el recorrido de la materia, rápidamente no ves que hay a los lados, solo es la particular materia en su momento más prodigioso, en la caída, en el arremeter en contra de. Toco su fin y se esparció un poco. ¡Maldita sea! Es la expresión que se escucha. Esto solo me pasa a mí. No que guevonada y pa’ devolverme, noooo… acto seguido abren la puerta. Como están, casi no llegan. Entran Marie P…, Conmari y Titopu a la residencia donde una fiesta se lleva a cabo. Las palomas quedaron fuera en el alambrado eléctrico, no fuera de la imaginación de cualquier hombre, dormían o reposaban de su ajetreado día en la ciudad, en su cotidiano parque y toda la noche soltando sus heces fecales. Si sois precavidos, puedes notar que en el piso hay una mancha entre blanca y gris y pintas negras pegada en el suelo mostrando la rutina de aquellas palomas que pasan la noche en el alambre. Alambre que cruza por un árbol, árbol con ramas llenas de hojas que no permiten que se mojen de a mucho las palomas.

LA FIESTA

Personas por todos lados, caminan, van y vienen, se mueven por toda la casa. La casa tiene su sala. En ella, en la sala, se encuentra la mayoría de gente departiendo y hablando en voz alta debido al alto volumen de la música; en otra situación escuchar es tono de voz usado llevaría pensar en discusiones, pelea, boche. Pero en el momento no preocupa, se habla mucho sin importar nada en la sala. Movimiento de cuerpos rítmicos, solos, en pareja o en ronda, también los hay arrítmicos y con muchas miradas encima, miradas con gesto de burla o simplemente .nunca habían visto tal categoría de baile. Cada cual en lo suyo y lo suyo en cada quien.

Titopu se queda en la sala, saluda, toma asiento, toma un trago y escucha.

Conmari y Marie P… siguen el recorrido por la casa. Conmari busca la cocina o el baño. Lo hace mirando cada puerta a donde lo conducirá, mira los cuadros, las paredes, el techo, el suelo, decoración, materas, abre una puerta da con una habitación donde se encuentran algunas personas, entre ellas conocidas de Marie P… que distraída caminaba, pero de igual modo se concentraba en acomodar su brasier, la tira que toda la tarde le había tallado en su hombro izquierdo. ¿Por qué no lo cambie?, dice para sí misma. ¡Hey! ¿Qué más? Entra a la habitación Marie P…, saluda y se queda allí.

Conmari continua su búsqueda; ahora nos vemos le dice a Marie P… encuentra una baño que por fortuna estaba solo. La cerveza y el licor no hacen de las suyas aun en el cuerpo de cada uno de los sujetos y sujetas en la fiesta.

CONMARI

¡No, que mierda! Exactamente esa es la frase ¡que mierda! La paloma había defecado en el hombro de Conmari, pero no el hombro de él sino el hombro de su camiseta. Camiseta negra para su combinación de residuo entre solido-espeso-liquido, popo de bebe. Se la quito, abrió un poco la canilla del lavado, metió la parte contaminada el pequeño chorrito de agua, la limpiaba con los dedos pero algo no resultaba como quería. Busco en la gaveta en que se posaba arribita de su cabeza y encontró lo necesitado. Lo remojo un tanto y si, la mancha salió en su totalidad, tomo la crema dental le hecho un poco al cepillo de dientes, lo juago con agua y lo dejo en el lugar donde lo había encontrado en la gaveta. Tomo algo de enjuague bucal, aprovechando que estaba allí, hizo gárgaras, las boto, puso de nuevo su camiseta, se miro al espejo, se paso la mano mojada por su pelo, lo cuadro, tocaron la puerta, “ya voy”, salió. Por el corredor fue en busca de un trago, saco una cerveza de la cocina que no sabía donde quedaba pero la encontró. La cocina daba a un patio, en el patio una banca, en la banca se sentó y paso allí un buen rato tomándose la cerveza. Pero ese rato no lo pasó solo. Un amigo a su lado tomo asiento y comenzó la charla habitual: ¿Qué más? ¿Qué has hecho? ¿Cómo vas? ¿Y el estudio? ¿La novia? Bla, bla, bla. Luego la conversación tomo otro rumbo para el gusto de Conmari, el parcero saco un cigarrillo, su candela y lo encendió, succiono el filtro, humo en su boca, una mirada al cigarrillo y comenzó hablar: en la moto sin nada que hacer, recorría las calles de la ciudad, hago el alto en una calle y veo que una rata pasa, la sigo mirando y va a dar a un basurero; las personas dejan la basura fuera de sus casas cuando no debe ser, lo hacen, debe ser la misma moral cristiana que los hace operar de tal forma., desechar en cualquier momento sin importar el fin, dijo él. Pero, no era solo ese gran roedor, eran muchos. Apague la moto, me baje y comencé a patear chuchas en la noche sin más ni menos, era algo divertido y de lo divertido ahora que hablo me entero porque en el instante solo era patear y patear. Es interesante cuando alguna toma posición de ataque hacia ti. Sus ojos enojados, su pelaje erizado y su asquerosa cola gruesa con ganas de azotarte hasta que mueras; claro, eso no lo podrían hacer pero yo lo pienso así. Y Tú también tienes un instinto animal en el momento y lo dejas continuar. Vaya golpe le di, sentir como la chucha ésta se le rompe la cara, explotan sus órganos gracias al buen atine de mi patada es buenísimo. Que buen pasatiempo es patear chuchas en la noche, hacen algo de ruido al golpearlas lo cual altera el silencio residencial. Suelo patear pocas, pero esas pocas si queme hacen sudar. Podría ser un deporte, lo dice mirando las nubes de la noche como se mueven. Conmari se levanta y le dice: viejo, vamos a patear chuchas ya. Se levanta el hombre de la banca, ultima fumada, tira el cigarrillo al piso, lo pisa y salen por el corredor. Conmari mientras camina escucha unas voces: “se puso buena la fiesta ya se están quitando el brasier”, vos de alguna mujer ruidosa y acompañada de otros gritos de mujeres, que provenía de la pieza donde Marie P… se había quedado. Los dos salen en la moto en busca de chuchas. Llegan al lugar descrito por el amigo de Conmari, el tipo tiene ya técnicas para agarrarles descuidadas a las chuchas. Se esconde tras un árbol, espera el momento preciso y ¡Tam! ¡Pum! ¡Splash! Rata contra el muro ha pegado. Rata con órganos destrozados esta pero ya no es. Acércate pues que no demoran en despertar los vecinos. Conmari va y mira la chucha muerta, acto seguido le pisa la cabeza, siente como se destroza cada hueso del insignificante animal. Y tiene tanto sentido ese acto que solo se dedica a destripar cabezas de chuchas. Le agrada el sonido al destriparlas, la deconstrucción de tan calculado organismo, es como generar un caos en lo natural. Es lo que siente Conmari al pisotear cabezas de chuchas. ¡Time out! Se largan del lugar van felices, sonrisas en su cara, sangre en los zapatos, la brisa de la noche, retorno a la fiesta. Marie P… y Titopu ya van de salida. Te estábamos buscando, le dicen.

MARIE P…

En la habitación se dio cuenta que casi todas las mujeres se encontraban allí. Conversaban sobre su vida en la universidad y como todo ocurría con tal simplicidad. “conocí a un tipo que me llevo al cine y no paraba de hablar en medio de la película. Aunque no hablaba muy alto, lo desesperante era el susurro muy cerca del oído. Yo pensaba que me iba a meter la lengua a mi oreja hasta tocarme el tímpano”. Eso hablaba una nena que no podía dejar de hablar, todas la escuchaban mientras Marie P… continuaba con su tira del brasier inconforme. Si bien la nena no paraba de hablar, continua su historia sin ser interrumpida: “entonces le digo: ¿Por qué no hablas con Carmelita? El tipo responde ¿Quién es esa? Pues mi seno izquierdo el derecho se llama Candelaria. El tipo no volvió hablar en toda la película, además hablar poco después de ella y además de no volverme hablar. Pero asunto solucionado ¿Cómo hablar con una Kika? Solo lo logramos nosotras o… ¿yo solamente? Claro solo funciona con algunos tipos, otros se te tiraran enseguida.” En el momento del silencio después de contar la historia Marie P… comienza a quitar su sostén bajando las tiras, desabrochando atrás y lo saca por debajo de su blusa sutilmente a lo que la nena parlanchina comienza a decir: “se puso buena la fiesta ya se están quitando el brasier”. Marie P… que no esperaba tal reacción, se sonroja, además de no saber dónde poner su brasier lila. La nena parlanchina que arma un zafarrancho por el acto de Marie P… para su tranquilidad y confort, se quita su brasier, la euforia entra en la pieza por lo que Marie P… sale del lugar. Busca una cerveza y se sienta con Titopu. Feromonas quedan circulando en la habitación.

TITOPU

La noche de Titopu transcurre entre las conversaciones más extrañas, bizarras y aburridas. Alguien cuenta su aberración por las gaminas y sostiene que le gustan por su desaliñe, su extraño y exótico cuerpo; suelen tener cuajo y ser escuálidas. Su actitud es positiva ante la vida, en lugar de echarse a la pena. Su vocabulario es rico en malas palabras, ¡me alaga!

Otro comenta que le gusta ver cuando los perros salen con sus “amos”; o al contrario, dice pues, es el perro quien parece dominar a su “amo”. Le gusta cuando van a defecar, conectar, unir, juntar, entrelazar su índice de la mano derecha con el índice de su mano izquierda y halarlos de tal manera que el perro no pueda dar de su cuerpo. Yo sé, dice él, eso no funciona y es un cuento raro que deambula por las calles; Pero, lo gracioso es la mirada del perro a su “amo”, como diciéndole: “decile que deje de hacer eso que no puedo cagar”. Respuesta del “amo”: (poner acento de Nea) “parce, deja cagar el perro tranquilo… o a vos te gustaría que no te dejaran hacer del dos tranquilo”. Eso sí que es chistoso el perro ordena al “amo” y yo me cago de la risa. Dice éste tipo particular.

A otro le gustaba contar los pasos que daba todo el día y llevaba sus cuentas en un cuaderno. Otro le gustaba estorbar en el bus parado hasta que alguien le pidiese permiso, e tal forma creaba cultura bus en la ciudad, decía. Cuando llego Marie P… al lado de Titopu que no hacía más que escuchar las historias algo patéticas para su gusto. Comenzó hablar alguien que tenía la cara algo rota, aporreada, ceja rota, labios cosidos, mano con yeso y los pies no tengo idea pues el jean no dejaba ver.

“Yo suelo competir con unos parceros en los centros comerciales cualquier estúpido juego que se nos ocurra, como: lanzar escupas a los helados de las personas desde un piso más arriba de las víctimas. Al que pillen, no solo le toca pagar el helado de la persona, pedir disculpas, sino también paga helado pa’ todos.

El que más alarmas de carros active en un parqueadero con carros en un minuto; el que más número de teléfonos de mujeres consiga y si adicional consigue foto punto extra y el juego que me tiene así: subir y bajar en el menor tiempo, en el recorrido contrario las escaleras eléctricas. Comencé subiendo por las escalas que bajan, me descache varias veces, caí en las rodillas, esa punta de las escalas se le clavan a uno y no solo eso como vas con las manos sobre el caucho que se desliza por los lados donde pones las manos para tomar impulso, no me dio tiempo y la cumbamba también toco la punta de la escala. Como iba tan atrás al llegar arriba y tomar la que sube pero para bajar, comencé a saltar pero caigo mal y me doblo o tuerzo el tobillo, me rompo el brazo izquierdo y tengo varias heridas en el tórax, en otros lugares de sus alrededores y los que a simple vista pueden ver.”

Titopu le susurra al oído a Marie P…, le dice que va a mear y que vuelve para irse a casa. Ella mueve la cabeza como gesto de aceptación.

Titopu entra al baño cierra la puerta, pone seguro, levanta la tapa del baño, luego sube la otra en la que se posan las nalgas, estas dos las levanta con el pie; pie que deja encima de la taza del sanitario y con su rodilla sostiene las tapas, comienza a mear; no antes de haber hecho el protocolo de sacar su “aparatejo”, y hace movimientos circulares con el chorro de orín que produjo y sale de su cuerpo y cae al agua del sanitario. Círculos que pueden recordar los corte en ataque o en defensa que hace un particular jugador de ultímate. Mientras hace su acto de micción, Titopu recuerda lo perturbados que están esos tipos y cae en la cuenta en su absurda y practica costumbre de orinar, levantar la tapa con los pies, hacer círculos ¡juepucha! ¡Soy uno de ellos! Pero no tanto. Lo sacude, le mira, le guarda, lo acomoda, sube el cierre del jean, deja caer las tapas de baño sanitario, vacía, su agua no tan amarilla se va como la noche, como él para su casa, lava sus manos, se mira al espejo, moja su cara, sale, encuentra su mirada con la de Marie P…, ella entiende que es hora de partir. Se para acomoda su braga disimuladamente, sus tetas están libres, todo el mundo anda entretenido, dicen entonces: hasta luego, es hora de dormir, caminan al encuentro de la puerta de salida, la encuentran, la halan para abrirla, se abre y se encuentran a Conmari. Reacción de Marie P… y Titopu: ¡te estábamos buscando! ¿Dónde andabas? Pateando la noche; dice Conmari. Éste se despide de su parcero. El mansito entra a la casa. Los tres de nuevo bajo las palomas en el cable de luz o cable de la energía eléctrica. Titopu intenta parar un taxi, el cielo de la noche que parece tan negro, nunca lo fue y da paso a un azul oscuro que pronto llamara al día. Conmari da un beso a Marie P… mientras cae, cae, cae sobre Conmari de nuevo las heces fecales de las palomas que ahora ven el amanecer y en ese amanecer su volver al cotidiano ser natural; nunca dejaron de ser naturales. Tan natural como el beso que recibió Marie P… y su reacción de placer y seguridad. Tan natural como la necesidad de micciones. Tan natural como buscar la comodidad y mejor estar de Tu cuerpo. Tan natural como dejar que lo natural sea y permanezca (tan natural como dejar que la naturaleza deje de ser). Tan natural como estar con otros. Tan natural como conocer a alguien. Tan natural como la muerte. Tan natural como quedarse sin palabras sin saber a dónde ir, mirar por la ventana y dejar pasar el tiempo y…

Escrito por J.Camilo

martes, 3 de febrero de 2009

Mera somera conversación No. 02

Colega A dice:
La verdad es que los entrenos han estado como duros o al menos yo salgo muy cansado

Colega B dice:
La situación esta tensa, espero mis músculos queden igual, mi resistencia y mi mente fría a la hora de jugar. Pero si algo no me parece que va en dirección es el juego. En este momento los Suricatos no están pa' correr como locos y el corte largo seria como una patada en las gónadas

Colega A dice:
El corte largo hace tiempo se está tratando de buscar, pero, bueno a veces hay alguna persona dando vueltas y lo daña, y cuando otra vez se va hacer ya se está cansado o simplemente, no sé, si es porque uno sabe como es el juego que se va a cortar al centro desde muy arriba (que pasaría si alguien -la marca- nos espera o se hace entre el disco y el corte)

Colega B dice:
Se tiene que jugar con manejadores rápidos y con buena visión pare romper y salir. El rollo es que Suricatos juega a mover al disco o jugaba. Pero ya pocos tienen la confianza de mandar un largo o un hammer y salir; eso es interesante y se debe explotar. Pero, se da en la práctica, en el entrenamiento, la constante. Por ahora el juego de los tres chiflados opera en tanto no se interrumpa el juego y no se interrumpan ellos.

Colega A dice:
Se da en la práctica largos y hammers. Pero en los partidos solo el Manco se atreve a tirar eso. Y el Carnaval hace también muy buenos largos en el entreno, pero será (fue) la presión del partido contra matanga

Colega B dice:
Pero esta Macias, El Zurdo, Juan, FAS, Fernea (cuando le da la gana o no le da miedo), José, Checho (uno que otros)

Colega A dice:
Pero, también esta que, antes había mas gente que corría como loco a largo eso se está perdiendo un poco

Colega B dice:
Se perdió hace ratos. Ya todos somos manejadores-cortadores; eso creemos, y si no se lleva el disco hasta la línea manejándole, nadie picara a gol y si por casualidad se lleva, el disco cae

Colega A dice:
Yo creo que se debe replantear la nube un poco. No sé, si la hacemos mal pero como que no hay oportunidad de coger pa’ arriba o el miedo.
Sabe. No es tan difícil hacer un entrenamiento táctico donde vayan todos a proponer un poco y sacar jugadas o algo asi; pero al pobre Yeso le toca solo

Colega B dice:
Se debe hablar más. Y hablar es que todos opinen en vía de algo en común. Por ejemplo la última jugada propuesta se debe discutir más. No en el entreno, pero si al final. Se puede llegar a un -des-acuerdo común que funcione, opere, sirva y se anote con seguridad

Colega A dice:
Pues, Yo estuve hablando con un Colega O/E de otro equipo y me dijo que, ellos proponía un sistema de juego, lo evaluaban y se ponían analizar todas las posibles situaciones que este puede traer tanto como defensivas como ofensivas y luego de eso, se planteaban los driles

Colega B dice:
Buen trabajo en "equipo". NO de un solo individuo responsable de halar al resto. Eso sería algo complicado en Suricatas pa’ reunirlos, bla, bla, bla. Pero es interesante

Colega A dice:
Pues, mire que se puede hacer por ejemplo, un martes en donde nos toca entrenar tan tarde y para empezar se puede ir hablando mientras esperamos las 8

Colega B dice:
Pero no todos. Luego llegan otros que no, pero que de tal modo no. pero bueno, hagámoslo pues. Si ve le dije que no. Insisto, es buena idea y se debe tener presente. Escuchar a tipos con experiencia en el ultimate como Juan, Macias y su campamento y gente externa.

Colega A dice:
Sisas, pero bueno habrá que proponer algo. Que nos presten una cosa así como cuando fuimos a marialuisa un saloncito

Colega B dice:
Si, debe haber muchas más formas de juego pues permitirían mejores salidas en una situación bien jodida. Como viento, marcas no esperadas, ataques con posiciones no conocidas. Entonces, tener varios métodos de juego permitiría una reacción rápida y segura

Colega A dice:
Sobre todo segura. Porque, bueno, a veces siempre son los mismos de siempre los que sacan el disco y ya con el águila toda cagada

Colega B dice:
Ya no hay águila retorno al caracol. Muchos andan (andamos) en mal nivel. Poca asistencia. No hay convocatoria

Colega A dice:
Habrá que esperar los 15 Míticos

Colega B dice:
Jajajajaaja…15 jóvenes de 15 años nacidos el día 15 del mes 15 del planeta Surichafa. 15 sujetos dispuesto a todo por nada.
Las cosas están en "proceso" pa’ Suricatas ¿mañana que pasara? nuevo horario, nueva cancha (sintética)

Colega A dice:
El nuevo sistema de juego (las vueltas del Cono) por Macias, FAs y Cono

Colega B dice:
Cono espiral y ya con aliados en su torpe juego. los tres chiflados, un nuevo problema para el equipo

Colega A dice:
No eso es para salir de cualquier defensa. No hay defensa que los pare

Colega B dice:
No hay defensa que los pare eso es cierto, ellos paran rapidito, lo dejan caer de la forma más estúpida y listo

Colega A dice:
Jajaja… eso es porque apenas lo están perfeccionando

Colega B dice:
Como tres sujetos imperfectos en el ultimate, Juan que no aprende a jugar va perfeccionar algo que no es viable y puede que sea viable pero no para: FAS, Macias, el Coño mordido eso es una sátira ultimatera

Colega A dice:
Bueno, al menos es otra cosa distinta

Colega B dice:
Los tres chiflidos es lo que no se debe hacer. Son un muy buen ejemplo… y luego salen con esos lanzamientos

Colega A dice:
Eso es darle más dinamismo

Colega B dice:
Para nada

Colega A dice:
Claro se van a acostumbrar a recibir y a lanzar en el juego; mientras los otros ni lo tocan. Luego ya no les va dar tanto miedo

Colega B dice:
Sería bueno ver a: Preci, Fernea y Richy hacer esa joda para que se familiaricen con el disco en el juego

Colega A dice:
Si ve que puede servir para algo. Yo lo dejo

Colega B dice:
Hasta luego