Instantes

Uno

¡Juepucha! Como es que me ha lanzado el disco a mí. Y éste man que lanza tan duro el frisbee. Noooo… y pa’ acabar de ajustar lanzo un forehand curva interna. Estoy perdido y yo que apenas llevo como tres entrenamientos y no se descifrar esa extraña comba que hace ese platillo en el aire. ¿Será que voy por el frisbee o lo espero a que llegue a mis manos? Y… ¿cómo demonios lo atrapo: con las manos abiertas o en panca(ke)que? Que hago yo aquí verdad, con este sol encima, no me lo aguanto, ese disco me tiene los dedos jodidos, nooo... ve, tengo el cordón desamarrado. El tipo se agacha toma el cordón hace el nudo, mientras el disco pasa, cae al piso, lo coge y continua la rutina de lanzamientos.

Dos

¿Será que deje la llave del gas abierta? Y en la casa no hay nadie. ¿Llegara mí mamá temprano hoy? Yo no creo. –uuupppp!!!!! Ese pase es para mí, y yo que hacia corriendo a gol. Éste guevon que pase se saco de la línea con esa copa que le hacían. El disco cae dentro y en gol el problema es que le llegue. Juummm!!! Me va tocar tirarme por el disco y la peladura que tengo en toda la cadera de ayer en ese partido tan peye que perdimos por no tumbarla en el vuelo, una milésima de segundo y tumbo ese hijueputa, pero no: vuelo, medio la toco, me raspo y perdemos. Pero, ahora sí, con este gol nos vamos, agarro y trato de no joderme la limadura, caigo del lado izquierdo y bien. Que gol me hize. – hey, devolvelo que hay un llamado.

Tres

Para un jugador extraño, sin dejar de ser humano, persona, Alex Ford

Estoy en la línea. –cogen la marca que tengan al frente. –sale el disco, vamos a tumbar. Espera quien me toco… hey, me toco marcar a Ford. El disco no ha llegado y yo tampoco a mi marca, salen jugando, por fin he llegado a mi marca: Alex Ford. Jueputa, que no me reciba ni una o que no se me pierda este guevon, como corre. ¿lo marco mirándole al ombligo o lo marco pegado metiéndole el hombro? no nada, de-mole un poquito de espacio… aahhhh… se voló este guevon, bueno ya recibió, le llegué, ahora que no saque un largo que juegue cortico y pa’ tras, voy en cinco, será que le hago un conteo, seis, verdad que Ford parece un vaquero tipo película western desenfundando el arma en un duelo, que velocidad pa’ lanzar y se lo saca a uno por encima del hombro o por donde le dé la gana, siete, carajo me lo saco, el disco, por lo menos fue lado a lado nada trascendente en este punto, salió corriendo, no puede ser, hey! coge a Ford que se me voló. Un largo, ya como que no vuelvo a entrar. ¡Gol!. Me voy pa’ la banca.

Cuatro

Que demora esta gente para sacar el pull. ¿La marrana ya habrá puesto? Que idiota soy lo que pienso en línea para atacar. Me está rascado el tercer dedo del pie izquierdo y tengo la mano levantada pidiendo el disco en lugar de rascarme, me rascare mientras tanto con el pie derecho. No, es imposible, el desespero no lo aguantare, voy armar rápido, el disco va para fuera de la cancha y viene muy lento, me voy a salir de una vez para cogerlo e ir a contar los pasos en la mitad de la cancha, ¿será que soy estúpido o torpe o retraído o mongolo o un cono? No que lentitud con la que viene el disco y se acerca a mí, ¿me dará en la ingle?, ja, muy charro seria, ahora si pediré centro, levantare las manos. Oh! El disco ha pegado en mí. ¡Qué pelmazo! – ¡caído!