viernes, 14 de diciembre de 2007

Deliberación desde el claustro donde estoy

Apabullado en este espacio donde el tiempo siempre esta presente, pero se te oculta en cada persona que atraviesa la puerta. Cada persona con su pensamiento particular. Tu, que soy yo; simplemente esperando. El tiempo es mí tiempo. La naturaleza tiene su tiempo y no lo puedo afectar, pero yo permanezco en mi tiempo y lo ocultar, me voy hacia mí mismo y en ello me mantengo por un periodo que no reconozco y no se muestra al exterior. Cualquier persona entra y sale, cada uno con su tiempo o sin él, pero, cuando yo salgo de éste lugar el tiempo se vuelve general entre las particularidades de seres humanos. Entonces entro en la cotidianidad que dejamos pasar desapercibida por nuestro afán no natural. El tiempo termina, el espacio es cambiante. Uno en su estado de quietud y se vuelve quietud porque la rutina del lugar donde el tiempo no tiene explicación y el espacio es el mismo y solo hay refugios en tu sola y pura intimidad; se convierte en una rutina. La rutina te arruina, arruina tu vida; si es que piensas que estas viviendo. La experiencia allí tenida te da fuerza, pero esa fuerza no es utilizada allí mismo, solo se utiliza no sabes cuando. Eso es interesante no saber cuando, ¿Cuándo que? Cuando empiezas, cuando vas, cuando vienes, cuando es cuando, cuando terminar. En ese lugar todo es artificial y las personas comienzan a verse como artificios, operan como tal. Y en ciertos aspectos dejan de tener movimientos humanos. En ellos todo esta configurado y lo ejecutan como antes no lo hacían. La muerte no es un problema, pues ya están muertos. Es como el hades, la teoría de los griegos en relación a la muerte y el muerto, el desaparecer e ir bajo tierra en ese laberinto sin salida. Acá estamos nosotros en el laberinto donde si hay salida, algunos asumen su realidad, su verdadero morir y salen, algunos permanecemos volviendo siempre al mismo lugar cargados y más cargados, no sabemos que cargamos y no es el cuerpo que nos pesa, el cuerpo nos a dejado de interesar. Seguimos estando en la exterioridad. Esa exterioridad es la que pesa y solo nos pesa en la soledad del ser. El ser que con tanta gente se relaciona, pero nunca habla, el hablase pierde. El habla es cotidiana y nunca cambiada, el hablar es el mismo y de lo mismo cada vez caemos más profundos. Este estado es inanimado, todo se da con tal falta de naturalidad que nada preocupa. ¿Para qué preguntar? Si la respuesta ya esta, no puede ser cambiada, no hay elección. Todos los cuadros ya están llenos, blancos y negros toman el matiz gris que nos recuerdan solo algo más artificial la calle, ésta es una calle nocturna y sola que los llevara a sus moradas, a dormir, dicen que a descansar, a soñar con su estupido, idiota e irreal ideal de vida a futuro ¿pero cuál futuro? No seas un tarado más vive libre ahora, ya, ya se fue, no has vivido, estas muerto.

Aunque esto no parece tener nada que ver con Ultimate. Nace acusa de no ir a la sabana a jugar.

2 comentarios:

GANGRENA dijo...

Feliz navidad para ti tambien camilo...y feliz año si no estamos muertos. el proximo año vamos pa la sabana a ver si hacemos algo...ya tendras tu forehand al 100 por 100.

yeso dijo...

el fin justifica los medios?

un hombre tiene q hacer lo q tiene q hacer?

lo importante no es el camino si no como lo recorramos?

son formas de vida o simples quimeras.

para mi todo es un escalon mas para lograr lo q quiero alcanzar.

eso hace q lo q hago tenga un sentido.

felices fiestas si es q las tiene

y parcero nunca resignados siempre transformando!

suerte y nos pillamos